Franco Monti
Franco Monti (Milán, 1931 - Ibiza, 2008), se interesa por la escultura desde joven, en concreto por la escultura africana, y desde mediados de los años cincuenta se dedicó a estudiar en profundidad todas aquellas culturas llamadas “primitivas”. Comienza pues un largo camino de investigación, de viajes, comisariados de exposiciones, conferencias, artículos en revistas especializadas, cursos, etc., alrededor de la escultura africana.
Tras recorrer África Occidental sub-sahariana, Perú, México y Nueva Guinea, en los años ochenta se instala en Ibiza donde encuentra un lugar idílico y perfecto en medio de la naturaleza, donde poder centrarse únicamente en sus propias esculturas.
Las esculturas de Monti están impregnadas de fuerza, corporalidad y de unas formas que no olvidan su pasado africano. Esta influencia africana no lo es tanto por la forma sino por la manera de idear estas formas. El escultor pasaba largas horas meditando y reflexionando sobre la escultura y después en poco tiempo la realizaba. Era la materialización de su sueño.
Su obra se encuentra en importantes colecciones de arte contemporáneo, como son: Giuseppe Panza di Biumo, en Milán y Lugano; Gabriele y Giuseppina Caccia Dominioni, Milán; Vincenzo y Giuliana Novembre, Milán; Alberto Galaverni, Parma; Victor y Mayte Rahola, Barcelona; Ventura Garcés, Barcelona; Estela Matutes, Barcelona; Erwin y Christina Bechtold, Ibiza; Rafael Tur Costa, Ibiza; Leszek Muszynski, Ibiza; Marcel y Mary Floris, Ibiza.